NO PLS
Para todo estudiante "septiembre" significa algo terrible, desde "vale, ha llegado el momento para el que he estado preparándome y perdiéndome MI verano; recuperaciones" hasta "¡¡¡NOOOOOO DEJADME DORMIR!!!¡5 mesecitos mas!".Tampoco es tan terrible eso de septiembre, vuelves a la rutina, a los madrugones, los exámenes, estudiar, nada de salir porque estas liado... Vale, de acuerdo, no es lo mejor que nos puede pasar, pero al menos tenemos vacaciones no como en la mayoría de los trabajos...
En realidad no nos podemos quejar, vivimos bien. A no ser que suspendas, entonces no, no vives bien. Te tiras todo el verano estudiando para la primera semana de septiembre, y a algunos os va la vida y los vicios en ello (lo digo por los castigos de los padres). Como si no fuera suficiente perderte la mitad del verano o el verano entero... Y si repites te puedes olvidar hasta del invierno, "por cazurro" dirían tus padres.
Pero yo no puedo hablar de ello, en mi vida me he presentado a septiembre (no porque no me diera la gana sino porque nunca me ha quedado ninguna), siempre he sido buena estudiante supongo. Las vacaciones de los buenos estudiantes si que son de tener buena vida, todo el día haciendo lo que te viene en gana (dentro de unos limites tolerables para tu edad), ya sea durmiendo, quedando con amigos, yendo de fiesta, jugando a la consola... A libre elección. Pero para eso hay que currárselo en invierno y dejar la diversión para las vacaciones, o encontrar un punto intermedio si puedes llevarlo todo.
La peor parte del mes es el día de la presentación, donde vas con toda la ilusión del mundo (Siempre que no hayas repetido, claro está, porque no te tocara con nadie de tu agrado. No sueles juntarte con los de cursos inferiores. A no ser que seas yo.) para ver con quien te ha tocado en tu clase. La decepción que te llevas al ver que te ha tocado con Fulanito que se metía contigo el año pasado, con tu acosador/a, con tu enemigo y sus secuaces y varios conocidos que podrían convertirse en amigos (pero eso de hacer amigos... ya es demasiado esfuerzo). Y después que tus profesores sean unos cabroncetes es la guinda del pastel. Pero ese es el peor de los casos.
En resumen: Las vacaciones del buen estudiante son lo mejor así que vale la pena currar en invierno y que al llegar las clases el único día interesante es el primer día (y los días en que el profesor falte a clase. Ahí si, ahí nos reiremos).
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